Un estudio nuevo muestra que dejar de fumar temprano en el embarazo se asocia con un riesgo menor de parto prematuro, incluso para las fumadoras de cigarrillos que lo hacen con una frecuencia alta.
Investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA; EUA) y de la facultad de medicina Dartmouth Geisel (DGSM; Lebanon, NH, EUA) realizaron una investigación transversal, con el fin de analizar la información recibida de 25.233.503 mujeres embarazadas que dieron a luz recién nacidos entre 2011 y 2017 y de las que se sabía la frecuencia de consumo de cigarrillos antes del embarazo y la frecuencia específica de cada trimestre. Los investigadores revisaron el abandono del hábito de fumar cigarrillos durante el embarazo y para cada trimestre, y calcularon la probabilidad de un parto prematuro.
Demográficamente, la edad modal en el momento del parto fue de 25-29 años; el 52,9% eran blancas no hispanas, el 23,6% eran hispanas y el 14,2% eran mujeres negras no hispanas; 22.600.196 madres no fumaron desde tres meses antes del embarazo y 2.633.307 fumaron durante ese período. La proporción de fumadoras antes del embarazo que dejaron de fumar durante el embarazo fue del 24,3% en 2011 y del 24,6% en 2017 y la proporción de fumadoras antes del embarazo que dejaron de fumar durante el tercer trimestre fue del 39,5% en 2011 y del 39,7% en 2017. Además, el hábito de fumar cigarrillos durante el embarazo con frecuencia se produjo entre quienes fumaban con alta frecuencia.
Los resultados revelaron que la probabilidad de un parto prematuro disminuyó más a medida que el abandono del hábito de fumar se produjo durante el embarazo. Por ejemplo, la probabilidad de parto prematuro fue de 9,8% entre las mujeres embarazadas de 25 a 29 años, mujeres blancas no hispanas, primigrávidas y primíparas embarazadas que fumaban de 1 a 9 cigarrillos por día antes del embarazo y mantuvieron esta frecuencia durante todo el período de gestación. La probabilidad de parto prematuro fue del 9% si abandonaban el hábito de fumar al comienzo del segundo trimestre (una disminución relativa del 8,9%) y del 7,8% si se producía el cese al inicio del embarazo (una disminución relativa del 20,3%). El estudio fue publicado el 5 de abril de 2019 en la revista JAMA Network Open.
“El embarazo puede ser un momento estresante en la vida de una mujer, y las mujeres que fumaban antes del embarazo pueden empezar a fumar o seguir fumando como una forma de mitigar este estrés”, dijo el autor principal, Samir Soneji, PhD, del DGSM. “El embarazo es, a menudo, un momento en que las mujeres tienen un contacto más frecuente con el sistema de salud, y este mayor contacto brinda a las futuras madres una oportunidad para discutir sus preocupaciones sobre el hábito de fumar, incluidos sus intentos de dejar de fumar, y recibir el apoyo y los recursos que necesitan para dejar de fumar con éxito”.
“Incluso entre las mujeres que fuman un paquete o más por día, puede haber una reducción sustancial en el riesgo de nacimientos prematuros si estas grandes fumadoras dejan de fumar al principio del embarazo”, concluyó el Dr. Soneji. “Afortunadamente, a la mayoría de los bebés prematuros les va bien, pero el parto prematuro está vinculado fuertemente a la mortalidad infantil. Si determinamos que dejar de fumar y dejar de fumar temprano, reduce el riesgo de mortalidad infantil, eso puede hablarles a las madres de una manera aún más importante sobre la relevancia de dejar de fumar”.
Fuente Hospimedica