Al respirar, entre otros gases y partículas, exhalamos dióxido de carbono. Cuantas más personas, cuanto más agitada sea su respiración, cuanto más pequeña sea la habitación, y cuanto peor ventilada esté, más dióxido de carbono se irá acumulando. Por eso la concentración de CO2 sirve para evaluar lo potencialmente peligrosa que es una estancia, y si la estrategia de ventilación utilizada está resultando eficaz.
La concentración de CO2 en exteriores ronda los 400-420 ppm (partes por millón), lo que quiere decir que, por cada millón de moléculas de aire, 400-420 son de CO2. Se considera que una estancia está bien ventilada cuando la concentración de CO2 es de 800-950 ppm. Si el valor está por encima, se considera que la estrategia de ventilación es insuficiente. Estos valores han sido los propuestos por la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Si en una estancia hay 800 ppm de CO2 significa que el 1% del aire que respiramos ya ha sido respirado antes por alguien. Si son 2400 ppm, el 5% del aire que respiramos ha sido exhalado antes. Inhalar el aire que otros han exhalado es una vía de contagio. Por eso se recomienda mantener el CO2 siempre por debajo de 800 ppm.
La tasa de ventilación se puede medir de varias maneras, entre ellas la ACH y la l/s/p. La variable más utilizada es la ACH (cambio de aire por hora) que se refiere a la rapidez con la que el aire de una habitación se reemplaza por aire exterior sin tener en cuenta la cantidad de personas presentes. La recomendación de Harvard ‘Schools for Health’ es mantener al menos la ACH en 5, es decir, que el aire se renueve cinco veces cada hora.
Otra variable es la l/s/p (litros/segundos/persona), que sí tiene en cuenta el número de personas presentes, es el parámetro más relevante para prevenir la transmisión de enfermedades por aerosoles. Los eventos de superpropagación que se han documentado estuvieron en el rango de 1-3 l/s/p. REHVA recomienda al menos 10 l/s/p, y si es posible 20-25 l/s/p para mitigar la transmisión de la covid-19.
En algunos edificios contemporáneos los valores de ACH o l/s/p son conocidos y están optimizados, pero en la mayoría de los centros escolares y de trabajo no se conocen estos valores. Por eso es importante contar con otras formas de evaluar indirectamente, a través de la concentración de CO2, si la ventilación es adecuada.
Fuente: https://www.lasexta.com