La tecnología aplicada a la medicina está muy desarrollada en el país. ARQ conversó con tres empresas que se dedican a investigar y desarrollar equipamiento para el área de salud.

En 2004 inicia sus actividades Eccosur, una empresa que diseña, fabrica y comercializa equipos para diagnóstico cardiológico para responder a las necesidades y requerimientos específicos del mercado latinoamericano.

La empresa está certificada bajo la norma ISO 13485 para sistemas de gestión de calidad de dispositivos médicos. En la última edición del Sello Buen Diseño, premio que distingue a la producción nacional, fue reconocido el Holter HT-103P, un dispositivo que monitorea la actividad cardiaca de forma ambulatoria.

El modelo presentado incorpora cuatro funcionalidades: conexión inalámbrica y USB para monitoreo on-line; detección de espigas de marcapasos para su evaluación y utilización de cables estándar y gabinete estanco, de esta forma se mejora sustancialmente la experiencia de uso tanto para el paciente como para los usuarios indirectos.

Este proyecto fue liderado por los ingenieros Juan Pablo Trípodi y José Bibiloni, más el Lic. Leandro Leiva (director, presidente y gerente general, respectivamente, de la empresa), en conjunto con profesionales del INTI y la Universidad Nacional de San Martín.

ADOX es la primera empresa argentina certificada en ISO 56001 específica de I+D+I, una norma relativamente nueva que certifica el sistema de gestión de la innovación, una de las tres unidades de negocio de la empresa. En esa área no solo se realiza el trabajo proyectual de los productos de las otras dos unidades (Equipamiento médico y Productos de limpieza y desinfección hospitalaria) sino que es ahí donde se conciben también nuevos proyectos para el agro, la seguridad e incluso la metrología.

Cesar Arrieta, jefe del departamento de diseño industrial de la compañía, explica que trabajan mucho en colaboración con diferentes institutos de investigación como el Conicet, el INTI y varias universidades nacionales.

De hecho, explica, que el desarrollo de las bombas de microfluídica fue un desarrollo que realizaron por una solicitud de un equipo de investigadores argentinos que trabajan con células y patógenos.

“Hicimos los dispositivos para que ellos puedan desarrollar e investigar en relación a cómo estos patógenos afectan a las células”, explica y agrega: “A su vez, estos investigadores trabajan mancomunadamente con investigadores alemanes, que cuando estuvieron de intercambio en Argentina visitaron la empresa y terminamos exportando bombas de microfluídica a Alemania”.

Terragene desarrolla, mediante un proceso productivo con alta integración vertical, soluciones completas como indicadores biológicos que exporta a más de 80 países.

Los indicadores de esterilidad son utilizados para asegurar que existen las condiciones necesarias de adecuada esterilización durante el proceso. Se clasifican en físicos, químicos y biológicos.

En 2006, Terragene inició el desarrollo de una línea de indicadores biológicos autocontenidos convencionales con un tiempo de incubación de 24-48 horas. Los cambios tecnológicos movilizaron al departamento de I+D a desarrollar una nueva línea de autolectoras con sistemas ópticos. Este avance llevó al desarrollo de una gama completa de indicadores rápidos, super rápidos y ultra rápidos, con lectores de alta sensibilidad que posibilitaron la reducción de los tiempos de lectura. Para 2019, Terragene inició el desarrollo de una solución superadora: Photon, el primer indicador 100% biológico de lectura instantánea para monitoreo de procesos de esterilización con vapor. Esta tecnología innovadora ofrece al usuario la posibilidad de liberar al uso el material esterilizado de una forma segura en solo 7 segundos de incubación.

Pero además, Photon cuenta con una autolectora exclusiva que se conecta mediante Bluetooth o Wifi a dispositivos móviles, posibilitando la recepción remota y en tiempo real de notificaciones de los resultados. Los datos obtenidos pueden integrarse al sistema de trazabilidad Bionova Cloud (el mismo sistema donde se pueden almacenar los resultados de todos los indicadores utilizados en la central de esterilización), brindando un control total sobre la calidad de los diversos procesos de esterilización, lavado, higiene y desinfección.

Lo interesante del caso radica en el compromiso llevado adelante por el área de investigación y desarrollo, en la capacidad de aprendizaje en primera instancia y de adelantarse a las necesidades como consecuencia del proceso aprehendido. La primera versión de incubadoras, sólo tenían una luz (encendido/apagado), la última versión es parte de un ecosistema digital que brinda trazabilidad en procesos y además incorpora el uso de IA, facilitando la interpretación de los resultados.

En muchos casos, los argentinos subestimamos nuestras capacidades y terminamos ponderando la calidad de los productos extranjeros, pero son estos últimos quienes más valoran nuestra capacidad en relación a la investigación, el desarrollo y la innovación.

Fuente: Clarin Daniela Quintana Especial para ARQ