Legionelosis en hospitales de la UE
Como cada verano, la legionela ha hecho su aparición en España. La legionela es una bacteria de la que se conocen 50 especies y 70 serogrupos aunque se continúan describiendo nuevas especies. La más conocida es Legionella pneumophila, que comprende 16 serogrupos, y es el serogrupo 1 el que causa alrededor del 70-90% de las infecciones en humanos. Otras especies que se han identificado como causa de enfermedad en el hombre son L. longbeachae, L. micdadei, L. bozemanii y L. dumoffii, según recoge el protocolo de vigilancia de legionelosis del Instituto de Salud Carlos III.
-¿Qué enfermedad causa?
La legionela puede causar una enfermedad de origen ambiental denominada legionelosis. Fue identificada por primera vez en 1976 tras el estudio de un brote de neumonía en Filadelfia. La enfermedad puede presentarse de dos formas, una más grave que otra. La fiebre de Pontiac es la forma no neumónica y cursa de forma leve y autolimitada. En 2 a 5 días, el paciente se recupera de manera espontánea. La forma más preocupante, la neumónica, tiene una evolución rápida y potencialmente fatal sin el tratamiento adecuado.
-¿Cuál es el origen?
La bacteria se encuentra en bajas concentraciones en las aguas superficiales de ríos y lagos tanto en medios acuáticos naturales como en los creados por el hombre. Pasa desde estos reservorios naturales a los sistemas de abastecimiento de agua de las ciudades y se incorpora a las instalaciones de agua doméstica u otras instalaciones que requieren la utilización de agua para su funcionamiento. El estancamiento del agua, la presencia de limo, sedimentos, desechos de corrosión junto con la existencia de biofilms y las temperaturas entre 25º y 45º son condiciones que juegan un importante papel en la persistencia de la bacteria y le aportan las condiciones favorables para su crecimiento y multiplicación. Las bacterias se dispersan por aerosoles (duchas, baños con movimiento de agua, sistemas de riego, torres de refrigeración, etc.), señala el mismo documento del Instituto de Salud Carlos III. Los casos se producen con mayor frecuencia a finales de verano y en otoño.
-¿Cómo se contagia?
Por vía aérea mediante la inhalación de aerosoles contaminados con la bacteria. La infección también puede producirse por aspiración de agua o hielo contaminados, sobre todo en pacientes hospitalizados vulnerables, o por exposición del recién nacido durante los partos en el agua. No hay transmisión directa de persona a persona, señalan en la web de la OMS.
-¿Quién tiene mayor riesgo de enfermar?
Las personas con alteraciones de la vía respiratoria (fumadores, personas con enfermedad pulmonar crónica,etc) tiene un mayor riesgo, así como aquellos con el sistema inmune debilitado, ya sea por enfermedades o tratamientos que causan inmunodepresión. La mayoría de las infecciones ocurre en adultos de mediana edad o en personas mayores. En raras ocasiones, los niños pueden contraer la infección. Cuando esto sucede, la enfermedad es menos grave.
-¿Cuáles son los síntomas?
La forma no neumónica, fiebre de Pontiac, se manifiesta con síntomas similares a los de la gripe (fiebre, escalofríos, cefalea, malestar general y dolor muscular) y remite generalmente al cabo de 2 a 5 días. El periodo de incubación oscila entre unas pocas horas y un máximo de 48 horas. No se conocen casos de muerte asociados a este tipo de infección.
La enfermedad del legionario, la forma neumónica, tiene un periodo de incubación de 2 a 10 días, aunque en algunos brotes se han registrado periodos de hasta 16 días. Los síntomas iniciales son fiebre, pérdida de apetito, cefalea, malestar general y letargo. Algunos pacientes también refieren dolor muscular, diarrea y confusión. Generalmente, se observa una tos leve inicial, aunque hasta un 50% de los pacientes pueden presentar flemas. En cerca de una tercera parte de los casos, éstas son expectoradas con sangre (hemoptisis).
-¿Cuál es el tratamiento?
La forma no neumónica de la infección es autolimitada y no necesita intervención médica, ni siquiera antibióticos. La enfermedad del legionario necesita siempre tratamiento antibiótico una vez que se ha establecido el diagnóstico.
-Prevención
La OMS propone la aplicación de medidas de control que minimicen la proliferación de Legionella y la difusión de aerosoles, lo que incluye un buen mantenimiento de las instalaciones y aparatos, en particular mediante su limpieza y desinfección sistemáticas, y la aplicación de otras medidas físicas (térmicas) o químicas (biocidas) para limitar al máximo la proliferación.
Fuente: https://www.abc.es/salud