Los electrocardiogramas de diagnóstico (ECG) enviados directamente a los laboratorios de cateterización hospitalaria a través de WhatsApp permiten a los pacientes ya clasificados no tener que pasar por el departamento de emergencias (DE), según un nuevo estudio.
Investigadores del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA; Argentina) y el Sanatorio Anchorena (Buenos Aires, Argentina), realizaron un estudio que inscribió prospectivamente a 896 pacientes que sufrieron un infarto de miocardio con elevación de segmento ST (STEMI) entre 2012 y 2016. La hospitalización se produjo a través de tres rutas: los pacientes llegaron al servicio de urgencias por sus propios medios; la ambulancia entregó a los pacientes al servicio de urgencias; y la ambulancia entregó los pacientes al laboratorio de cateterización sin pasar por el departamento de urgencias.
En el tercer grupo, el médico de la ambulancia realizó un ECG al llegar al hogar o al lugar público donde se encontraba el paciente. Si el diagnóstico era STEMI, el ECG se transmitía a través de WhatsApp a un cardiólogo en el hospital para confirmar el diagnóstico y preparar el laboratorio de cateterismo. Al llegar, los pacientes fueron llevados directamente al laboratorio de cateterismo y no se detuvieron en el servicio de urgencias. Los investigadores compararon los tiempos de tratamiento y los resultados entre todos los grupos de pacientes para determinar si la transferencia directa al laboratorio de cateterismo condujo a un tratamiento más rápido y evaluar el impacto de la transferencia directa sobre la fracción de eyección ventricular izquierda (LVEF), la duración de la estancia hospitalaria y la mortalidad.
Los resultados mostraron que el tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y el tratamiento fue significativamente menor en el grupo de WhatsApp (150 minutos) que en los otros dos grupos (200 minutos). La tasa de mortalidad general de todos los pacientes con STEMI en el estudio fue de 2.23%, pero la mortalidad fue significativamente menor en el grupo de WhatsApp (0.83%) que en los otros grupos (3.17%). Los pacientes en el grupo de WhatsApp también tuvieron una estancia hospitalaria más corta (4,88 días versus 5,58 días) y una FEVI mejor al momento del alta (51% versus 48%). El estudio fue presentado en el Congreso Argentino de Cardiología (SAC), realizado en octubre de 2017 en Buenos Aires (Argentina).
“Los pacientes tienen la mejor posibilidad de sobrevivir cuando reciben una angioplastia primaria para restablecer el flujo sanguíneo a las arterias bloqueadas en un plazo de 90 minutos después de contactar el servicio de salud. La notificación avanzada permite al personal del hospital preparar el laboratorio de cateterismo, y el médico está listo para comenzar la angioplastia primaria cuando llega el paciente”, dijo el cardiólogo, el autor principal, Nicolás Lalor, MD, del ICBA y del Sanatorio Anchorena. “Usar WhatsApp en un teléfono inteligente es una forma económica y sencilla para que los médicos de ambulancias y hospitales se comuniquen, y enviaremos este procedimiento a otros hospitales en Argentina”.
“Esta es una manera muy fácil de mejorar el tratamiento del infarto agudo de miocardio en nuestro país”, comentó Alberto Fernández, MD, coordinador del programa científico de SAC 2017. “Dadas las distancias muy largas entre los centros que tienen instalaciones de angioplastia coronaria transluminal percutánea, particularmente en ciudades del interior del país, la oportunidad de llamar al cardiólogo intervencionista y preparar el laboratorio de cateterismo podría mejorar el pronóstico de los pacientes”.
El activador del plasminógeno tisular (tPA) recombinante fabricado por Genentech (San Francisco, CA, EUA), se encuentra en el cuerpo humano como una serina proteasa en las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos. Como enzima, cataliza la conversión de plasminógeno en plasmina, la principal enzima responsable de la descomposición del coágulo. El uso de tPA está contraindicado en accidentes cerebrovasculares hemorrágicos y en el traumatismo craneoencefálico.
Fuente: Hospimedica